(251 palabras) En todo momento, los autores de obras literarias, de una forma u otra, revelaron el tema de la relación entre el hombre y la naturaleza. Cada uno respondió de manera diferente a la pregunta sobre el lugar y el papel del mundo natural que nos rodea en la vida de las personas. AI. Kuprin no es la excepción.
La historia "Olesya" describe bosques reservados que se extienden más allá del horizonte de la carretera, el brillante sol de verano y la nieve esponjosa. Estos son paisajes aparentemente familiares para la joven hechicera polaca. Pero para la heroína, la naturaleza es una criatura viviente. Olesya sabe qué plantas dan fuerza y siente cuándo debe cambiar el clima. Los animales salvajes no le tienen miedo. Ivan Timofeevich - un hombre con un corazón "perezoso". Sin embargo, no permanece indiferente, contemplando hermosas pinturas. El héroe, mirando a su alrededor, siente el movimiento del tiempo. Y la naturaleza le responde. Un hombre siente intensamente su soledad en invierno, cuando todo lo que nos rodea se congela y el blanco domina. Los días nublados y tranquilos dan paso a días claros y soleados: ¡llega la primavera! Con los primeros rayos, no solo florecen los brotes, sino también los sentimientos. Olesya e Ivan Timofeevich se enamoran el uno del otro. El mundo que los rodea es condescendiente. Lo más feliz para los héroes son las noches de verano a la luz de la luna, un momento mágico en el que todos duermen y los corazones amorosos laten al unísono. Pero luego estalla una tormenta eléctrica: un trágico incidente los obliga a separarse.
La historia representa dos mundos. Uno es brillante, alegre, lleno de sentimientos. En él, las personas viven en armonía con la naturaleza. Para ellos, solo hay leyes de amor y justicia. No hay barreras para corazones puros y amorosos. Pero hay un mundo de civilización: el cruel reino de aquellos que sospechan de todo lo que es libre y directo. Sus habitantes son insensibles e insensibles, como los árboles marchitos. Es el poder humano elegir en qué mundo vive.