(274 palabras) La guerra patriótica de 1812 aumentó extraordinariamente la autoconciencia del pueblo ruso. En la lucha contra los franceses, se reunieron nobles y campesinos, militares y gente común. Napoleón Bonaparte con su "gran" ejército, conquistando los países de Europa, esperaba someter a Rusia sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, los soldados, oficiales y milicias rusos, capturados con un sentimiento de orgullo nacional y dispuestos a dar sus vidas por su patria, derrotaron a sus tropas y los obligaron a huir.
En la novela Guerra y paz, Leo Tolstoi describe las principales batallas con los franceses desde la perspectiva de los sentimientos y emociones de las personas vivas. Aquí está el amor naciente entre Natasha Rostova y Andrei Bolkonsky, que no está destinado a convertirse en un sentimiento maduro completo, porque el Príncipe Andrei muere de una herida severa recibida en la Batalla de Borodino. Y el comandante en jefe Kutuzov, llorando de alegría, recibió la noticia de que los franceses salían de Moscú. La guerra afectó a todas las clases del pueblo ruso. Sin embargo, incluso en un momento tan inestable y difícil, había un lugar para la bondad, la compasión y el deseo de paz. Entonces, la familia Rostov, dejando la Moscú ocupada, entrega todos los suministros a los heridos, dejando la propiedad adquirida. Petya Rostov, siendo una luchadora en el destacamento partidista de Denisov, invita a un baterista francés capturado a comer con ellos. Y Pierre Bezukhov cree que la vida pacífica es mejor que la guerra, y está tratando de ayudar a otras personas lo mejor que puede.
La guerra de 1812 fortaleció el espíritu del pueblo ruso, permitió que Rusia fortaleciera su posición en la arena internacional. Como resultado de la derrota del ejército francés, comenzó un movimiento de liberación en los países conquistados por Napoleón. En mi opinión, para un "gran comandante" como Napoleón Bonaparte para conquistar otro país o ciudad, así es como se gana el juego del ajedrez. Y para millones de soldados y gente común, la guerra significa destinos rotos, sufrimientos graves y vidas quitadas. Creo que nuestra tarea, los descendientes modernos de las naciones en guerra, es valorar y proteger el mundo frágil, y nunca poner nuestras propias ambiciones por encima de la vida de otra persona.