Rudolf Steiner, un joven apuesto, era un aventurero. Una tarde caminó por el centro de la ciudad. Cerca del letrero del dentista, vio un enorme crecimiento de un hombre negro con un fantástico vestido de payaso, que estaba entregando algunos folletos a los transeúntes. Le entregó una de las sábanas a Rudolph. Un lado de la hoja estaba en blanco y en el otro estaba escrito: "Puerta verde". Uno de los transeúntes, tomando una hoja del negro, la arrojó a la acera. Al levantarlo, Rudolph vio que había un anuncio de un dentista. El espíritu de aventura prevaleció y Rudolph caminó una vez más ante el negro, quien nuevamente le entregó un folleto con la inscripción "Puerta Verde". En la acera había un anuncio de un consultorio dental. Rudolph decidió que era él el elegido entre la multitud. El edificio en el que se encontraba la puerta verde secreta era de cinco pisos. En el tercer piso, vio una puerta verde. A su llamada llegó una chica pálida que apenas se puso de pie. Al ver a Rudolph, se desmayó.
Rudolph dejó a la niña en la cama y miró alrededor de la habitación, cuyo mobiliario hablaba de extrema necesidad. Al recuperarse, la niña admitió que no había comido en tres días. Al darse cuenta de que esta era la más increíble de todas sus aventuras, Rudolph se apresuró al restaurante más cercano y trajo todo tipo de comida.
Durante la comida, la niña contó su simple historia. Trabajó como vendedora en una tienda, recibió un pago miserable, también reducido por las multas del propietario. Luego se enfermó y fue despedida de su trabajo. Ella no tiene amigos ni parientes, y un aventurero llamó a su puerta. Los jóvenes se dieron cuenta de que se habían encontrado. Rudolph prometió pasar mañana para visitar a la niña.
Al salir a la escalera, subió y vio que todas las puertas de la casa eran verdes. Una vez en la calle, fue al hombre negro y le preguntó por qué le dio los folletos con la inscripción "Puerta verde". En respuesta, se le mostró una entrada teatral, encima de la cual había un anuncio de una nueva producción de The Green Door.
- Escuché que la obra es de primer grado. Su agente me dio algunos pedazos de papel para que yo los entregara junto con el anuncio del médico, dijo el negro.