(352 palabras) Leo Tolstoi, como muchos otros clásicos, está obligado a estar presente en nuestra vida al menos una vez, porque los héroes de este escritor se convierten en imágenes eternas, modelos a seguir, motores para pensar en la moralidad, la verdad y la vida en general. Hay quienes no se pueden entender, pero también hay favoritos. Con base en esto, puedes reformular la famosa frase: "Dime quién es tu personaje favorito y te diré quién eres". Espero que mis personajes favoritos no me comprometan.
Una de mis heroínas favoritas es Anna Karenina. Desafortunadamente, muchas personas la miran con parcialidad, sin tratar de tomar su lugar. Creo que el verdadero amor no debe ser apedreado con piedras de moralidad pública. Por lo tanto, la fortaleza mental de Anna y su independencia de la opinión de la multitud simplemente me sorprenden. No es frecuente que conozcas a una persona que pueda ir en contra de los fundamentos de la sociedad por su amor. Pero Anna Karenina pudo hacerlo. Y no puede sino deleitarse. Por supuesto, ella cometió muchos errores, pero en parte están justificados por la persecución que una sociedad hipócrita la derribó. Si la pobre mujer no hubiera sido acosada por fanáticos y autoridades pseudo-morales, entonces podría vivir y disfrutar de su amor.
Pero un verdadero modelo a seguir puede considerarse Kutuzov. ¿Porque? Entiendo que esta es una persona histórica real, pero en "Guerra y paz" es un personaje literario a quien Tolstoi presenta exactamente como podríamos realmente conocerlo. Me gusta Kutuzov porque es un héroe nacional, un patriota. Es lo opuesto al narcisismo, la tiranía y la adulación de la corte napoleónica. Siempre es simple, honesto, ama a los soldados y no sus recompensas. Es verdaderamente sabio y puede ver los eventos muy por delante precisamente porque lo comprende: lo principal es todo el ejército, el estado de ánimo de cada soldado y no solo un solo comandante. La vida de toda la colmena es más fuerte y más significativa que una sola abeja. Sabiendo esto, el héroe protegió a su ejército y hábilmente puso en práctica la única táctica verdadera: no interferir con el curso natural de la historia. Creo que no nos hará daño a cada uno de nosotros aprender de él paciencia, compostura y previsión.
Por lo tanto, la prosa de Leo Tolstoi es tan rica en varios tipos que puede satisfacer a todos los lectores, porque todos podemos encontrar un héroe en ella: tranquilo o apasionado, valiente o sabio en nuestro retiro, guapo o alguien para quien la apariencia no juega un papel